La situación del Campo de la Verdad en la ciudad de Córdoba, junto al Puente Romano y en el entorno de la Torre de la Calahorra se entiende no solo en relación al tejido local sino a la nueva situación estratégica que ocupa tras las transformaciones recientes en la ciudad.

Las afecciones urbanísticas indujeron a una recreación tipológica basada en la definición de fachadas masivas que se contraponen a interiores en torno a patios. El proyecto interpreta esta normativa con el deseo de evocar situaciones familiares en nuestra cultura: el zaguán como transición entre lo público y lo privado; la contraposición entre la calle y el ambiente sosegado del patio; las pesadas fachadas que nos protegen del rigor del clima; o una determinada materialidad derivada de la construcción mediante sistemas tradicionales.

El programa se compone de 14 alojamientos con acceso desde un patio común. El edificio aparece al exterior, masivo y protector, mientras que hacia el interior del aumenta su intimidad estableciendo una relación de continuidad con el barrio. En el patio, una barandilla ornamental de cualidad casi textil entra en resonancia con imágenes propias de la cultura popular. El chino lavado, la piedra natural, el mortero de cal, la madera, el agua y las plantas completan la materialidad de la obra, entonada para producir una atmósfera placentera, familiar y extraña a un tiempo. Tensión entre tradición y contemporaneidad que une todas las decisiones del proyecto.